Aquel 3 de julio de 1938 la locomotora Mallard alcanzó la velocidad de 202,58 km/h siendo ésta una velocidad que ya no ha podido ser superada en tracción vapor. El récord fue conseguido en la ligera pendiente de Stoke Bank en lo que hoy se conoce como la ECML (East Coast Main Line) y que entonces era el principal feudo de la LNER.
La locomotora Mallard al frente de un tren preservado. Foto Ian Britton
El hecho de poseer escape doble Kylchap fue decisivo ya que esta mejora permitía no sólo obtener más potencia por aumentar la generación de vapor en la caldera sino que permitía desarrollar más velocidad puesto que se reducía la presión en el escape de los cilindros.
No ha de faltar aquí el homenaje a los que hicieron posible esta proeza: la pareja de conducción. El maquinista designado para esta prueba fue Joseph Duddington y el fogonero que le acompañó fue Thomas Bray. El Inspector acompañante fue Sid Jenkins.
Equipo de conducción de la Mallard el día del record. De izquierda a derecha: Bray, Duddington y Jenkins
Con motivo de esta efeméride en Gran Bretaña se va a reunir a las seis supervivientes de la clase A4 en el gran hall del National Railway Museum of York. Junto a la 4468 Mallard estarán la 4464 Bittern, la 4488 Union of South Africa, la 4489 Dominion of Canada, la 4496 Dwight D. Eisenhower y la 4498 Sir Nigel Gresley. Hay que decir que las locomotoras Dominion of Canada y Dwight D. Eisenhower han hecho el viaje desde América, donde estaban preservadas, para participar de este encuentro.
Dentro de estos actos están previstas tres salidas de la locomotora 4464 Bittern para las cuales se ha permitido que se rebase la actual limitación de 75 mph que tiene en la actualidad esperando que se alcance la velocidad de 90 mph (unos 145 km/h).